Aumentan las alarmas por el control de las tierras raras
Una interrupción crítica en medio de la guerra comercial
Estados Unidos se encuentra actualmente en una situación crítica ante la interrupción del suministro de tierras raras por parte de China, un recurso estratégico fundamental para la industria tecnológica y automotriz. El 4 de abril, en medio de una creciente tensión comercial, el gobierno chino detuvo de forma abrupta las exportaciones de imanes de tierras raras a cualquier país, lo que marcó un nuevo episodio en su guerra comercial con Estados Unidos.
Esperanzas truncadas tras la tregua comercial
A pesar de que ambas potencias acordaron una tregua comercial a mediados de mayo, las restricciones chinas siguen vigentes. Las autoridades estadounidenses esperaban que China flexibilizara su postura respecto al comercio de imanes, pero eso no ha sucedido. El resultado es un impacto directo en las cadenas de suministro, especialmente en los fabricantes de automóviles estadounidenses.
La industria automotriz, la más afectada
Los fabricantes de automóviles han sido de los más perjudicados por la decisión china. Las fábricas del medio oeste y el sur del país ya anticipan recortes en su producción en los próximos días y semanas. Los imanes de tierras raras son cruciales para motores eléctricos que controlan funciones esenciales como los frenos, la dirección y los inyectores de combustible. Solo un asiento con ajuste eléctrico de un coche de lujo puede contener hasta 12 imanes.
Sistema de licencias y fábricas detenidas
Tras el anuncio de Pekín, se impuso un nuevo sistema de licencias para futuras exportaciones. Desde entonces, el Ministerio de Comercio de China ha concedido licencias con lentitud, y solo un número reducido de empresas europeas y estadounidenses han logrado obtener permisos, lo que agrava el problema del desabastecimiento mundial.
La situación empeora por la suspensión temporal de operaciones en varias fábricas chinas de imanes, que han detenido su producción hasta obtener las autorizaciones necesarias. Esto ha generado cuellos de botella importantes en las cadenas de suministro, con consecuencias que ya se sienten a nivel industrial.
La supremacía de China en la industria de tierras raras
China domina el mercado con una producción que representa el 90 % de las aproximadamente 182.000 toneladas anuales de imanes de tierras raras de alto rendimiento del mundo. El resto de la producción, en su mayoría, proviene de Japón y Vietnam. En contraste, Estados Unidos apenas produce una fracción, aunque se espera que nuevas plantas en Carolina del Sur y Texas empiecen a operar plenamente este año.
Ventaja tecnológica y educativa de China
La ventaja competitiva de China es abrumadora. Sus industrias estatales operan con bajos costos medioambientales y acceso casi ilimitado a recursos gubernamentales, permitiéndoles construir refinerías y fábricas a gran escala. Además, el país ha invertido en investigación y formación, con 39 universidades ofreciendo programas especializados en química de tierras raras. En Estados Unidos, no existen programas educativos de este tipo.
Dependencia crítica y consecuencias estratégicas
Otro factor crítico es que China refina más del 99 % de las llamadas tierras raras pesadas, esenciales para la fabricación de imanes capaces de soportar altas temperaturas, vitales para sectores como la automoción y los semiconductores.
Mientras tanto, la única mina de tierras raras en Estados Unidos, ubicada en Mountain Pass, California, dejó de operar en 1998 tras un accidente ambiental. Esta dependencia de fuentes externas sitúa a Estados Unidos en una posición estratégica vulnerable, con implicaciones económicas, tecnológicas y geopolíticas significativas.