China suspende la exportación de tierras raras
Un golpe a los sectores estratégico y militar
China ha encendido las alarmas en la industria global al suspender la exportación de tierras raras, una decisión que amenaza con desestabilizar sectores estratégicos como la defensa, la tecnología verde y la automoción. Estos materiales son esenciales en la fabricación de sistemas de defensa avanzados, como los misiles THAAD o los aviones F-35, que requieren hasta 400 kilos de tierras raras por unidad. Según informes de medios como The New York Times, la medida podría golpear de lleno a la industria armamentista de Estados Unidos.
El dominio chino en tierras raras
A pesar de que otros países poseen yacimientos, el dominio de China es aplastante: extrae cerca del 70% de las tierras raras del mundo y procesa aproximadamente el 90%. En el ámbito de los imanes de tierras raras pesadas, cruciales para drones, turbinas eólicas y vehículos eléctricos, la hegemonía china también es casi absoluta. Aunque Japón sigue desarrollando los imanes más sofisticados, su industria depende a medio y largo plazo del suministro chino, incluso con sus reservas estratégicas.
Una nueva fase en la guerra comercial
La suspensión forma parte de un pulso económico entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump, intensificado durante el segundo mandato del líder estadounidense. La guerra arancelaria entre ambas potencias se ha recrudecido, con gravámenes cruzados que alcanzan ya cifras desorbitadas, del orden del 145%. Mientras Trump amenaza con nuevos aranceles, Pekín responde endureciendo su control sobre recursos estratégicos.
Incertidumbre en la industria tecnológica
En medio de este panorama, la industria tecnológica mira con inquietud a Washington. Aunque Trump ha insinuado posibles excepciones para productos como teléfonos móviles y ordenadores, buscando aliviar la presión sobre gigantes como Apple y Samsung, la incertidumbre persiste. De momento, sectores clave como el de los semiconductores y los productos farmacéuticos han quedado al margen de las nuevas tarifas, a la espera de regulaciones específicas.
Beneficios para el sector de vehículos eléctricos
El impacto de la restricción no se limita al ámbito militar. El sector de los vehículos eléctricos también se ve afectado, aunque para China supone una ventaja competitiva. Fabricantes como BYD y Tesla, que produce en su planta de Shanghái, podrían beneficiarse del nuevo escenario. En paralelo, las exportaciones chinas han experimentado un crecimiento del 12% en marzo de 2025, impulsadas por la carrera por adelantarse a los aranceles.
Las tierras raras como arma geopolítica
Desde hace años, China utiliza las tierras raras como herramienta de presión geopolítica, restringiendo su venta en respuesta a las limitaciones que enfrenta para acceder a tecnologías estadounidenses avanzadas. Ya hace dieciséis meses, Pekín había extendido el control a los imanes de tierras raras y la tecnología necesaria para producirlos.
Estados Unidos busca alternativas
Estados Unidos, pese a contar con una mina activa en California —que le sitúa como segundo productor mundial—, posee menos del 2% de las reservas globales. Este déficit ha alimentado su interés en territorios como Groenlandia, donde figuras como Jeff Bezos y Bill Gates han invertido en prospecciones.
Vietnam y el sudeste asiático, nuevas piezas del tablero
La situación se complica aún más considerando que Birmania, el tercer productor mundial, se encuentra en la órbita de Pekín, y que Vietnam —potencial alternativa— ha recibido esta semana a Xi Jinping en una visita estratégica que también incluye Malasia y Camboya. El futuro de la industria verde y militar parece cada vez más condicionado por el pulso magnético de China.