Crisis del Mar Rojo en el Comercio de Tierras Raras
A finales de noviembre, los hutíes de Yemen capturaron el carguero Galaxy Leader en la costa del mar Rojo, desencadenando una serie de eventos que han sacudido la estabilidad del comercio global de tierras raras, minerales esenciales para diversas aplicaciones tecnológicas. La respuesta de Estados Unidos y Reino Unido mediante ataques conjuntos ha elevado los precios del petróleo en un 4%, generando una preocupación adicional por el impacto económico y logístico de la crisis en el mar Rojo y el Canal de Suez.
El aumento de los precios del petróleo, llegando a US$80 por barril, plantea riesgos de inflación justo cuando la economía global estaba experimentando una desaceleración. Además, la interrupción del comercio internacional a través del mar Rojo y el Canal de Suez está afectando el costo del envío de contenedores, que se ha triplicado en algunas rutas. Esta situación podría llevar a las empresas a transferir estos costos adicionales a los consumidores, reviviendo preocupaciones similares a las ocasionadas por la crisis del Canal de Suez en 2021.
La respuesta de las líneas navieras más grandes del mundo ha sido detener los envíos a través del mar Rojo, optando por desviar el transporte de contenedores alrededor del Cabo de Buena Esperanza, lo que añade miles de kilómetros a los viajes, aumenta los costos y retrasa las entregas de componentes vitales para la cadena de fabricación de productos y bienes de consumo.
La amplia gama de productos que contiene tierras raras, como componentes electrónicos, alimentos, ropa, muebles, petróleo y gas licuado, generalmente viajan a través de las aguas que conectan África y la Península Arábiga en ruta hacia el Canal de Suez. Este canal facilita entre el 12% y el 15% del comercio mundial. Empresas destacadas, incluyendo Tesla, Ikea, Walmart y Amazon, están enfrentando demoras en la llegada de productos esenciales, como los imanes de tierras raras, cruciales en la fabricación de productos tecnológicos.
La crisis en el mar Rojo no solo ha afectado el transporte marítimo, sino que también ha incrementado dramáticamente los costos de enviar contenedores en rutas críticas, con aumentos de hasta un 199% en el precio de mover un contenedor desde el Este de Asia al norte de Europa. La falta de rutas directas ha llevado a desafíos aún mayores en el transporte marítimo global, que enfrenta simultáneamente la crisis del mar Rojo y la falta de agua en el Canal de Panamá.
La duración de la crisis en el mar Rojo determinará el impacto económico en las cadenas de suministro globales. A medida que se acerca el Año Nuevo Chino el 10 de febrero, una época de alto flujo comercial, es probable que se experimente cierto nivel de congestión en los puertos debido a los retrasos en el flujo de embarcaciones. A pesar de las dificultades, analistas como Peter Sand de Xeneta afirman que las navieras están mejor posicionadas para enfrentar esta crisis en comparación con el bloqueo del Canal de Suez en 2021 por el barco Ever Given.