Cómo eliminar el magnetismo de un objeto
Eliminar el magnetismo de los objetos es algo necesario para una gran cantidad de procesos de producción. El magnetismo queda en un objeto después de haber estado en contacto con un campo magnético se conoce como magnetismo remanente.
Los objetos que están permanentemente magnetizados, como los imanes, tienen un fuerte magnetismo remanente. Sin embargo, otros objetos que se exponen a campos magnéticos, como el acero, tienen un magnetismo remanente mucho más débil.
En cualquier caso, existen muchas ocasiones en las que es necesario eliminar este magnetismo residual para que la pieza o el objeto se mantenga en buenas condiciones y se pueda ofrecer un producto final de calidad.
Para ello, existen una serie de desmagnetizadores de diferentes características que están orientados a eliminar el magnetismo de los diferentes elementos que intervienen en los procesos productivos y las actividades profesionales de diversos talleres e industrias de fabricación.
En este artículo, vamos a analizar cómo eliminar el magnetismo de un objeto, así como los principales tipos de desmagnetizadores que podemos encontrar en el mercado.
Eliminar el magnetismo de un objeto a través de la integración de un proceso automático dentro de la línea de producción
Tradicionalmente, el operario tenía que introducir el acero en el desmagnetizador y asegurarse de que el tiempo de exposición al campo electromagnético fuera el adecuado. Este proceso era lento y costoso, y a menudo no era muy preciso.
Por tanto, el desmagnetizado era un proceso manual y requería de la intervención humana. Sin embargo, con el avance de la tecnología, se han desarrollado desmagnetizadores que son capaces de funcionar dentro de un proceso automático. De esta forma, el desmagnetizado se integra en la propia línea de producción.
El desmagnetizado es un proceso indispensable por ejemplo en la producción de acero inoxidable. Este material es muy resistente a la corrosión, lo que lo hace ideal para la fabricación de equipos y componentes que estarán expuestos a ambientes húmedos. Sin embargo, el acero inoxidable también es muy susceptible a la magnetización, lo que puede afectar la calidad de los productos fabricados.
Por ello, los desmagnetizadores de servicio continuo son una inversión importante para cualquier empresa que se encargue de la producción de piezas de acero inoxidable. Además, a largo plazo, estos equipos también permiten ahorrar costes, ya que son más eficientes y fiables que el proceso manual.
Eliminar el magnetismo de forma manual con desmagnetizadores para talleres y piezas de pequeño tamaño
Los desmagnetizadores manuales se usan para eliminar la magnetización de las herramientas y de las piezas pequeñas. Esto puede ocurrir durante el uso de herramientas que funcionan a través de electricidad, o en el caso de que las piezas se almacenan cerca de objetos que poseen su propio campo magnético.
La magnetización puede ser beneficiosa en algunos casos, como cuando se necesita que las piezas se adhieran entre sí. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, la magnetización es un inconveniente. Cuando las piezas se magnetizan, se vuelven más difíciles de manipular y pueden atraer el polvo y la suciedad.
Los desmagnetizadores de uso manual se componen de una bobina de cobre que se enrolla alrededor de un núcleo de hierro. La bobina se conecta a un suministro de energía eléctrica, que se usa para crear un campo magnético.
Cuando se activa el desmagnetizador, el campo magnético de la bobina induce un campo magnético opuesto en las piezas y herramientas que se encuentran cerca, lo que reduce la magnetización de los objetos. Los desmagnetizadores de uso manual son dispositivos seguros que se pueden usar en talleres y también en el hogar.
Los desmagnetizadores portátiles de uso manual pensados para piezas grandes
Estos desmagnetizadores están diseñados para usarse con piezas grandes, como bloques de motor, ejes y rodamientos. También son perfectos para desmagnetizar herramientas, como llaves inglesas (o de tuerca) y martillos.
Los desmagnetizadores manuales portátiles son compactos y livianos, por lo que son fáciles de transportar. Además, la mayoría de los modelos vienen con una bolsa o un estuche para almacenarlos de forma segura. Algunos de los desmagnetizadores incluso vienen con una función adicional de seguridad que evita que se enciendan de forma involuntaria.
Para usar un desmagnetizador portátil, simplemente hay que colocar la pieza sobre la base de este. Después, habrá que activar el interruptor para que el campo magnético pase a través de la pieza. Si la pieza es lo suficientemente grande, es posible que se deba mover el desmagnetizador a lo largo de la superficie de la pieza para asegurarte de esta queda completamente desmagnetizada.
Después de usar el desmagnetizador, es recomendable limpiar la unidad para evitar que se acumule cualquier tipo de suciedad. La mayoría de los desmagnetizadores vienen con un cepillo de limpieza. No obstante, si no es el caso, se puede limpiar la unidad con un paño suave y seco.
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