Inyección de plástico, una solución para el sector industrial
En este artículo vamos a profundizar sobre uno de los métodos más utilizado en la elaboración de piezas para el sector industrial.
La gran cantidad de ventajas que acompañan a su proceso de fabricación junto con las características del resultado final hacen de este procedimiento uno de los más solicitados del momento. Estamos hablando de la inyección de plástico.
La inyección de plástico es un método de producción enfocado en formación y dotación de piezas para el gran consumo.
Partiendo de un polímero inyectado a presión dentro de un molde se consigue obtener productos acabados a un bajo coste y de un modo rápido.
Aunque en la mayoría de los casos esta técnica se usa con polímeros también puede ser utilizada por medio de metales y cerámicas. Esta versatilidad, amplía el abanico de usos potenciales por medio de esta técnica y refleja gran parte de su ventaja competitiva.
Para conseguir el resultado final, la inyección en plástico pasa por cuatro fases bien diferenciadas.
La primera de ellas se inyecta un polímero en un molde y a continuación se sella mediante presión. Acto seguido, el polímero es inyectado en el interior del molde a la vez que se mantiene la presión iniciada en el primer paso.
El siguiente paso consiste en dejar que baje la temperatura para conseguir que el polímero adquiera la forma del molde.
Finalmente se saca la pieza del interior del molde para acceder al resultado final.
Todo este proceso requiere de una gran simultaneidad y precisión entre los agentes involucrados. Además hay ciertas variables que deben tenerse muy en cuenta para garantizar que el procedimiento de inyección de plástico resulte exitoso.
La primera de ellas es garantizar que se llegue a los grados necesarios para la fusión completa del plástico y de mantenerla durante el intervalo preciso de tiempo.
Asimismo, cabe tener en cuenta la presión utilizada mientras se introduce el polímero en el molde y la velocidad de dicha inyección. Si esta presión no es la indicada, es posible que el molde no se rellene por completo y la pieza salga defectuosa. Puede existir el riesgo de enfriarse antes de repartirse equitativamente y adquirir la forma idónea.
Finalmente el proceso de enfriamiento debe realizarse siguiendo las más estrictas condiciones de presión, tiempo y rapidez. De lo contrario, el resultado final no será lo suficientemente estable como para que salga adecuadamente del molde.
Entre todas las aplicaciones de este método de producción ha adquirido una gran relevancia en el sector del automóvil. A través de la inyección de plástico a día de hoy se consigue fabricar desde salpicaderos a parachoques adaptados a cada modelo y uso.
El sector de la alimentación es otro de los más beneficiados por la técnica de inyección de plástico sobre todo a la hora de elaborar envases y envoltorios adaptados a cada producto.
Otra industria muy próxima a la inyección de plásticos es la de utensilios para uso doméstico.
No podemos finalizar el artículo sin poner en relevancia cuales son los beneficios más destacados que el método de inyección de plásticos ofrece a las industrias en las que está presente.
En primer lugar, resulta una técnica de elaboración de piezas con un coste muy ajustado sobre todo cuando hablamos de fabricación a escala.
Otra de sus grandes ventajas es la capacidad del proceso para obtener piezas idénticas gracias a lo muy precisa que es la tecnología que hay detrás.
Finalmente, la inyección de plásticos da como resultado un producto final que no necesita de procesos secundarios que incrementen su precio y el tiempo de producción.