La tomografía industrial. Preguntas frecuentes
La tomografía industrial es un sistema innovador para el análisis de materiales plásticos. Su uso más conocido por todos está vinculado al sector sanitario, pero ¿Cómo funciona en el sector industrial?
Este proceso se utiliza en multitud de sectores para controlar la calidad de materiales plásticos y sus moldes. En la sociedad actual, el material plástico es muy importante en el proceso de producción de una gran cantidad de productos. Hay muchas empresas de diferentes tamaños que se pueden ver beneficiados de esta tecnología.
La gran barrera que puede existir por tanto entre las ventajas que ofrece la tomografía 3D y su adaptación de forma masiva están principalmente en la falta de información al respecto. Es normal que surjan muchas dudas sobre el funcionamiento y la aplicación que tienen los rayos X en cuanto al tratamiento de plásticos y sobretodo, cuáles son las razones para que merezca la pena implementarlo.
Por todo lo anterior, en este artículo tenemos como objetivo responder a las preguntas frecuentes más habituales sobre tomografía industrial. Empezando por su definición y tratando otras dudas más complejas pero recurrentes.
Tomografía industrial. Qué es y en qué consiste
Se trata de una de las opciones tecnológicas que más innovación han traído al mundo de la computarización industrial. En concreto, se define como un proceso no invasivo ni destructivo que es capaz de identificar los posibles defectos internos o externo de un material plástico.
Para ello, se utiliza la tecnología de captura a través de rayos X, lo que permite tener disponibles imágenes que representan digitalmente la forma y el tamaño tanto interior como exterior del material examinado.
Esto permite que no sea necesario realizar la destrucción parcial o total de un material para analizar su estado actual. Los rayos X son capaces de atravesar fácilmente los materiales plásticos por lo que se pueden utilizar en esta industria ahorrando costes y ayudando a que se pueda ofrecer un producto final de una mayor calidad.
¿En qué casos se utiliza la tomografía industrial?
¿Es siempre recomendable el uso de tomografía industrial cuando se trabaja con materiales plásticos?
Desde luego se trata de la tecnología que más sencillez y rapidez ofrece a la hora de hacer un examen preciso. Además, ofrece una cantidad de detalles que de otra forma serían muy complicados de obtener.
A través de un sencillo escaneo utilizando rayos X, es posible obtener todos los datos sobre la estructura y la dimensión de una determinada pieza.
Como es lógico, habrá que estudiar si es recomendable realizar la inversión necesaria en este tipo de equipos. En la mayoría de casos será así, ya que el estudio de posibles defectos en el proceso de producción de piezas puede ser la diferencia entre tener o no una mala línea productiva.
La tomografía industrial se utiliza en multitud de casos y sectores empresariales. Está vinculado a las diferentes etapas del proceso de creación de las piezas, como podrían ser:
- La investigación a nivel profesional o académico sobre el tratamiento de plásticos.
- La elaboración y desarrollo de nuevas piezas y productos.
- El control de la calidad de las piezas elaboradas y el estudio de los posibles desperfectos o posibilidades de mejora.
¿Cómo funciona la tomografía 3D?
Tanto la resolución como el tiempo que se necesita para realizar el escaneo de una pieza de plástico a través de rayos X depende tanto de la densidad del material del que está compuesta dicha pieza como de su tamaño.
En el caso de querer analizar piezas pequeñas o partes específicas, será posible disponer de una mayor precisión y una menor potencia. Por el contrario, piezas más densas con una mayor concentración serán más difíciles de penetrar por el escáner.
También, dependiendo del tamaño y la densidad de las piezas es posible analizar más de una al mismo tiempo. Incluso es posible automatizar el proceso dentro de alguna de las fases productivas, lo que permite que las piezas elaboradas estén controladas. Esto a su vez, es muy importante en empresas que requieren de una alta exigencia en cuanto a su control de calidad.
En la práctica, la tomografía industrial funciona de una forma sencilla a través de dos simples pasos:
- El primero de ellos sería la exposición de la pieza a una fuente de rayos X con el fin de capturar imágenes de forma repetida. Es decir, se toman multitud de imágenes de la pieza a su alrededor, con el objetivo de convertir toda esa información en 2 dimensiones en un análisis tridimensional.
- En el segundo paso, ocurre precisamente esa conversión de la información 2D a 3D, a través de un renderizado informático de alta precisión.
Para realizar este proceso, los equipos de tomografía industrial utilizan un complejo algoritmo que es capaz de generar de forma automática una imagen virtual en tres dimensiones del objeto., pudiendo localizar digitalmente cualquier desperfecto o problema.
Si tienes más dudas sobre la tomografía industrial y si es recomendable para tu empresa, no dudes en contactar con nosotros.